miércoles, 27 de septiembre de 2023

"Ya no tenés 20"... La crisis de los 30

 Creo que estoy entrando en la crisis de los 30. De la que a veces escuchaba al pasar y nunca le di importancia porque, uff, me faltaba un montón. 

Me pintó el viejazo, ¿será? Pienso más en cosas que antes no. La muerte comienza a ser una inquietud recurrente, no solo la propia, a la que creo no tenerle miedo, sino a la inevitable verdad de que en algún momento toda la gente que quiero va a empezar a morir. De hecho, ya empezaron, y bueh, la angustia me empieza a invadir así que busco cambiar rápido de tema.

Y bueno, es que ahí me queda en claro que ya no tengo 15, ni 20, ni 25. Empecé a descubrir dolores que no conocía. Primero, porque no me movía lo suficiente; después, porque me movía demasiado, y ahora directamente duele porque sí. Las rodillas, la espalda y la nuca, y el bolsito pastillero hace tiempo que se acomodó en mí mochila y se aseguró su lugarcito de por vida. Es como el kit de bienvenida a los 30: dudas existenciales, dolores y pastillas.

Pasando por las redes sociales la sensación de vejez se acentúa porque siento que solo hay dos direcciones: hacerme la pendeja y ponerme a bailar en tiktok o sacarme fotitos con filtros cada vez más exagerados al punto de plantear unsolo tipo de rostro como el ideal de lo lindo (o ridículo) o alejarme por completo de la persona que solía mostrar en mí perfil y ser 100% madre y que mi feed se vista de fotos de mi hija, convirtiéndose en una línea cronológica de cómo crece "tan rápido", tan inteligente y tan hermosa, mientras a la vez yo envejezco cada vez más, con la misma rapidez, en la misma línea temporal. El tiempo es tan cruel.

En lo vincular, pasa lo de siempre. La lista de amigos es cada vez más chica, pero tampoco crece la de conocidos porque la memoria empieza a fallar y ya no se si a esas personas las conozco de verdad o solo  vi sus caras en las redes, o en los medios, o en algún video viral. A medida que pasa el tiempo, empiezo a dudar cada vez más de mí nivel de racionalidad. Creo que me estoy volviendo loca, o vieja, o vieja loca, y así la premonición de algunos se va volviendo realidad...

Igual, disfruto mucho de esa parte en la que puedo elegir libremente con quién juntarme y con quién no y poder decirlo sin pelos en la lengua, sin miedo a ofender a nadie, porque de una vez entendí que no puedo hacerme cargo de subjetividades ajenas y eso también es responsabilidad afectiva. Decidí que mí familia esté primero, junto con mí salud mental.

Sí, definitivamente creo que estoy atravesando la crisis de los 30 porque no me siento tan chica como hacer algunas cosas, pero tampoco tan vieja como para no poder cambiar otras. Estoy en un punto bisagra en el que aún puedo arreglar algo y no cagarla del todo. El tema sería, cuando ya no pueda cambiar algo, ¿me daré cuenta? 

En fin. Cómo toda crisis, entiendo que es oportunidad de cambiar algo, y siento mucha seguridad (HOY) al decir que estoy cambiando mí forma de ver las cosas, y por ende, de vivir la vida. Ahí está, la prueba infalible de que pintó el viejazo: estar hablando sobre "vivir la vida" en lugar de vivir solo porque el aire es gratis (por ahora). Y bueno, ahi me doy cuenta de que el primer gran cambio es entender que no voy a estar aquí para siempre. Yo también voy a morir en algún momento, así que mientras tenga pulmones para respirar, piernas y brazos para correr y abrazar, ojos para disfrutar de ver los colores y estómago para degustar ricos sabores y cervezas, pretendo hacerlo y disfrutarlo hasta el último momento, PORRR SUPUESTO que rodeada de las personas que elijo, quiero, y me hacen feliz.

Porque a fin de cuentas... "Happines is only real when shared"

jueves, 31 de agosto de 2023

La pendeja sin empatía que criticaba a las mujeres embarazadas

 Solía criticar con asco a las mujeres que daban de mamar a sus bebés en cualquier lado; a las embarazadas que “se aprovechaban de su condición” para pedir el asiento en el colectivo lleno o adelantarse en una fi
la. Ni hablar de cuando veía que se cambiaba un pañal en la vía pública o que les limpiaban la nariz con la mano (sin pañuelo). 

Todo me daba asco. 

Le decía a mi hermana que nunca tendría un bebé porque no soportaba escuchar el llanto, ni la desesperación de no saber cómo calmarlo. Que nunca podría poner el cuerpo para que la panza me creciera tanto que se me hicieran estrías horribles, “como un mapa” que arruinaban la panza chata. ¿Parir? Están locas. Someterse a tanto dolor...

Entonces pasó el tiempo, cambié la forma de ver las cosas y tuve el deseo: tuve una hija, formé una familia, y aún así no reniego de eso que fui. Abrazo a esa adolescente que sólo veía con los ojos que podía, de una adolescente sin empatía. 

Si hay algo que me sorprendió de todo lo que aprendí durante mi embarazo fue a entender a esa mujer embarazada que sube cansada al colectivo y necesita tomar asiento. No saben el trabajo que es producir órganos, literalmente nuestro cuerpo funciona por dos. 

Aprendí que las filas de prioridad no eran para sacar ventaja sino porque realmente cuando tienes tres kilos creciendo adelante, presionando tu vejiga, es muy difícil mantenerse de pie por mucho tiempo sin mearte encima. 

Y con todo eso que fui aprendiendo en estos dos años, también caí en pensar que “nadie puede entender a una madre sin ser madre”, dejando por fuera a la experiencia de la EMPATÍA. No, nadie sabe lo que significa poner el cuerpo como madre, pero SÍ se puede aprender todos los días a ponerse en el lugar del otro, entender y ser menos criticón, boca suelta, y poco solidario, sin necesidad de tener hijos. 

Hoy, en el día de la embarazada, deseo que cada día haya más personas empáticas y respetuosas con las mujeres que están gestando, las mujeres que crían bebés y niños, y las personas en general! Entiendo que la rutina nos tenga a todos reventados, pero no por eso debemos ser tan soretes entre nosotros, y más cuando hay una situación que no se puede controlar.

Y, creeme, gritarle a un niño que llora en un berrinche de ninguna manera va a hacer que deje de llorar; MENOS, INSULTAR A LA MADRE O A QUIEN LO ESTÉ ACOMPAÑANDO.

Abrazo a todas las embarazadas y familias que esperan la llegada de un nuevo integrante y otro más grande a quienes aún están en la búsqueda.

jueves, 8 de junio de 2023

El viaje en el tiempo de Lourdes, por ChatGPT


 En un pequeño pueblo rodeado de exuberante naturaleza, vivía Lourdes, una mujer soñadora y curiosa. Un día soleado, Lourdes decidió salir a correr por los pintorescos senderos que se adentraban en el bosque. Sin embargo, lo que comenzó como una simple carrera se transformó en una experiencia surrealista.

Mientras Lourdes avanzaba entre los árboles, sintió una extraña vibración en el aire. Los rayos del sol se intensificaron, y los colores del entorno parecían cobrar vida con una saturación mágica. Lourdes se sorprendió al ver cómo los verdes se volvían más intensos, los azules más profundos y los rojos más vibrantes. Era como si hubiera entrado en un mundo completamente diferente, un sueño despierto.

Entonces, entre los destellos de colores deslumbrantes, Lourdes percibió una figura distante. Era un hombre mayor, con una barba que se mezclaba entre el blanco y el gris, y llevaba una peculiar combinación de ropa: una campera marrón sobre una remera de algodón azul. Su rostro, aparentemente serio, reflejaba la sabiduría y las experiencias de una vida vivida con intensidad.

Movida por una extraña conexión, Lourdes decidió acercarse. A medida que se acercaba, notó que el hombre realizaba un gesto peculiar con los labios, como si estuviera a punto de dar un beso al aire. Sin embargo, antes de poder pronunciar una palabra, el hombre pasó junto a ella sin mirarla.

Desconcertada, Lourdes decidió perseguirlo. Corrió más rápido, cambiando de carril en la vereda para acercarse a él. "¡Hola, soy yo! ¿No te acuerdas de mí?", pensó mientras su corazón latía con ansiedad. Pero, lamentablemente, sus esfuerzos fueron en vano, ya que el hombre parecía ajeno a su presencia.

Lourdes continuó su recorrido alrededor de la plaza, esperando volver a ver al misterioso hombre. Sin embargo, cuando llegó al punto de partida, él ya se había ido. Lourdes buscó a su alrededor, buscando señales de una versión envejecida de ella misma, pero no encontró ninguna pista que pudiera confirmar su teoría.

Sumida en una mezcla de asombro y decepción, Lourdes se preguntó si aquella experiencia fue producto de su imaginación o si realmente había viajado en el tiempo. ¿Quizás había sido una visión de su propio futuro o de una realidad alternativa?

Desde aquel día, Lourdes se convenció de que había vislumbrado a su ser querido envejecido. Y aunque no tenía pruebas tangibles, en su corazón sabía que el encuentro fue real en algún nivel más profundo, más allá de las fronteras de la realidad.

Desde entonces, Lourdes continuó su vida en el pueblo con un brillo de esperanza y un deseo de seguir explorando los misterios que la vida le ofrecía. Sabía que incluso en sueños y visiones, se podían encontrar verdades ocultas y conexiones etéreas. Después de todo, el mundo onírico era un lugar donde las posibilidades eran infinitas y los límites de la realidad se desvanecían.


*Cuando una anécdota pasa por la inteligencia artificial, y el Canva, con la misma herramienta, te la dibuja

miércoles, 7 de junio de 2023

Crímenes del Pasado, con la ventana abierta

 A veces, sin quererlo ni buscarlo, me encuentro recordando esas noches de primavera, rodando en mi cama para alcanzar la mesa de luz y poder ponerme de pie para ir a la heladera a buscar algo para comer, aunque lo termine vomitando, para volver a la cama y con una sonrisa en la cara, disfrutar del beneficio de teler Flow y poder ver desde el inicio la serie que ya había comenzado media hora atrás. Pequeños placeres, hasta recuerdo el perfume de la ropa que inundaba la habitación que ya estaba llena de esperanza y de espera ante la llegada de la reina suprema, gestándose en mi vientre.

Amaba ver Crimenes del Pasado por Investigation Discovery, tomando helado, manchando las sábanas, los dos acurrucados, dueños absolutos de la totalidad de nuestro tiempo.

Gracias, mentaleros de Inside Out, por traerme al presente ese bello recuerdo, de aquellos hermosos momentos en los que no era consciente de lo afortunados que eramos, sin imaginar que lo seríamos aún más tiempo después, con su llegada.

*Paula y Bobby son mentaleros en la película Intensamente.

*Como olvidadizos, el trabajo de estos mentaleros es ir a través de los millones de recuerdos almacenados en la Memoria a largo plazo para identificar los obsoletos y se deshacen de ellos arrojándolos al basurero mental. 

Su reconocimiento de los recuerdos es de ninguna manera sentimental o práctico, y es realmente lo único en que se basan en cómo un recuerdo descolorido es menos importante que uno mucho más fuerte. Esto les lleva a disponer de los recuerdos que uno los considere importantes (por ejemplo, los nombres de los presidentes de Estados Unidos, o los de las hadas en un programa de televisión), ya que se desvanecieron, y atesoran recuerdos molestos porque son fuertes. 

En particular, ellos adoran el comercial de TripleDent Gum, hasta el punto de que a veces lo envían al Cuartel por ninguna razón en absoluto.

lunes, 24 de abril de 2023

Tribu curandera

 Por Ceci Cáceres, Tribu Bienestar

22 de abril, Santiago del Estero, Arg.


Facilitar encuentros de tribus a veces tiene muchas matices... el de hoy fue muy especial.
Me siento muy movilizada... con la primera Tribu que acompañé, que ya lleva más de 2 años.. las vi con bebitos recién nacidos, las vi en mil facetas con su maternidad. Sin dudas, lo más difícil fue despedirnos de un bebito que pasó a otro plano, sostener a esa mamá que le toca vivir la peor pesadilla de su vida, tocar su pecho y sentir latir su corazón partido en mil pedazos y sentir como vuelve poco a poco a la calma mientras hace rituales para sanar su alma. Y en su sanación está la de ese círculo de mujeres poderosas, amorosas, humanas y sobre todo.. madrazas!
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Hoy al terminar nuestro encuentro hicimos un ritual, inventado por nosotras, sencillo, pero muy sentido, para acompañar a esta mamá en un proceso más de este duelo. Esta canción sonaba mientras... y formará parte de las canciones sentidas de bienestar (pueden encontrar la lista en spotify).
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Vivan, sientan, disfruten y llenen sus vidas de rituales (rondas, abrazos, besos, miradas, risas, palabras y escuchas llenas de amor). Sanen las heridas, despojense de lo que no necesiten.
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Les dejo una parte de la letra de la cancion "Marí
a curandera" de Natalia Lafurcade


Cúrate mijita el dolor con nuestra luz del sol y los rayos de la luna
Cúrate mijita el dolor con el sonido del río, la cascada y la espuma
Con el vaivén del mar que va y viene deja que te agarre
Con el vaivén del mar que va y viene deja que te ame
Cúrate mi niña con las hojas de la menta y la hierbabuena
Ponle amor al té
En lugar de azúcar toma y mira las estrellas
Cúrate mijita el dolor con nuestra luz del sol y los rayos de la luna
Cúrate mijita con los besos que te sopla el viento
Los abrazos de lluvia
Con el vaivén del mar que va y viene deja que te agarre
Con el vaivén del mar que va y viene deja que te ame
Cúrate mi niña con amor del más bonito y enciende el fuego
Entrega tus dolores
Que se vuelvan polvo y vengan nuevas flores
Que se vuelvan polvo, que se vuelvan polvo todos los dolores
Que los queme el fuego, que los queme el fuego y vengan nuevas flores

viernes, 20 de enero de 2023

Aldo

Ella
Dice que han pasado casi 40 años, “una vida”, que lo superó hace mucho tiempo.

Dice que tuvo otros amores, que “uno tiene que seguir”, que todo pasa.

Que se casó, se separó, se volvió a juntar, se volvió a separar.

Que rechazó no sabe cuántas citas
Se mudó tres veces

Pasó por el quirófano unas diez veces
Tocó el cielo con un dedo, y volvió.

Que ya no recuerda su rostro. Ni el tono de su voz

Y todo el válido, por supuesto. 
Cada uno duela a su manera.

Y no hablo de la muerte, sino del final de un vínculo.
Pero no así, el final del amor.

Sin embargo, su cara no dijo lo mismo que su boca
Ay, si la hubiesen visto, 

Cuando escuchó que había muerto
Que ya no compartían lo unico que los unía: este plano

Que ya se había ido y sólo queda el recuerdo de lo que fue

Y que nadie nunca va a poder borrar
Su gran amor, el único:
Aldo.

El amor amor de verdad no se termina, se transforma.