A veces, sin quererlo ni buscarlo, me encuentro recordando esas noches de primavera, rodando en mi cama para alcanzar la mesa de luz y poder ponerme de pie para ir a la heladera a buscar algo para comer, aunque lo termine vomitando, para volver a la cama y con una sonrisa en la cara, disfrutar del beneficio de teler Flow y poder ver desde el inicio la serie que ya había comenzado media hora atrás. Pequeños placeres, hasta recuerdo el perfume de la ropa que inundaba la habitación que ya estaba llena de esperanza y de espera ante la llegada de la reina suprema, gestándose en mi vientre.
Amaba ver Crimenes del Pasado por Investigation Discovery, tomando helado, manchando las sábanas, los dos acurrucados, dueños absolutos de la totalidad de nuestro tiempo.
Gracias, mentaleros de Inside Out, por traerme al presente ese bello recuerdo, de aquellos hermosos momentos en los que no era consciente de lo afortunados que eramos, sin imaginar que lo seríamos aún más tiempo después, con su llegada.
*Como olvidadizos, el trabajo de estos mentaleros es ir a través de los millones de recuerdos almacenados en la Memoria a largo plazo para identificar los obsoletos y se deshacen de ellos arrojándolos al basurero mental.
Su reconocimiento de los recuerdos es de ninguna manera sentimental o práctico, y es realmente lo único en que se basan en cómo un recuerdo descolorido es menos importante que uno mucho más fuerte. Esto les lleva a disponer de los recuerdos que uno los considere importantes (por ejemplo, los nombres de los presidentes de Estados Unidos, o los de las hadas en un programa de televisión), ya que se desvanecieron, y atesoran recuerdos molestos porque son fuertes.
En particular, ellos adoran el comercial de TripleDent Gum, hasta el punto de que a veces lo envían al Cuartel por ninguna razón en absoluto.
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