jueves, 28 de febrero de 2013

Hasta nunca, corazón

"Te amo mas que a mi vida, amor!" ... Quién no ha dicho esto alguna vez? Seguramente muchos hemos caído en el error de decir eso en algún momento. Así comienzo hoy, explicando por qué uno no debe amar a otro más que a sí mismo. Tampoco es bueno negar la linda y satisfactoria sensación de sentir que alguien te quiere y se preocupa por vos, que ese alguien está siempre que uno lo necesita, que te hace sentir bien, te hace feliz. A quién pretendemos engañar? Estar enamorado es el sentimiento más hermoso de todos. El error está en depositar en el otro más confianza, cariño, respeto y amor que el que debe dedicarse a uno mismo. Uno debe quererse a sí mismo porque es nuestro cuerpo el que nos va acompañar hasta el último día, y hay que saber cuidarlo y respetarlo como es debido. Si no nos queremos nosotros, cómo estaríamos capacitados para querer a alguien mas? Cuando nos descuidamos nos convertimos en personas mas vulnerables a las cosas malas, negativas, y nos hacemos débiles, dependientes del otro, y ese creo que es el segundo peor error que las personas cometemos: creer que sin el otro no podemos seguir adelante ni ser felices. Omitamos ese error y sigamos adelante, si? Todo sigue bien, nunca te habías sentido mejor, cuando por culpa del destino (o de Dios, o como quieran llamarle) esa felicidad desaparece, el equilibrio se rompe, y tu corazón también. Cuando pasa esto, cómo se supone que tengamos que seguir? Supongo que lo mejor es darse tiempo y espacio a uno mismo, no con el otro. Ignoremos por un momento al culpable de nuestra enfermedad, bah, a la otra persona... Bien, "tiempo y espacio", dijimos, pero esa sensación de "morir sin él/ella" te hace querer enmendar ese error (que no es tuyo) de cualquier manera posible, y como de la otra parte solo suenan doscientas, o trescientas "disculpas", lo mejor que se te ocurre es el otro error mas común entre la gente que no quiere perder lo poco que tiene: borrón y cuenta nueva. No existe eso, no sé por qué hay gente que todavía usa esa excusa viejísima, que lo único que hace es pretender que todo volvió a estar como antes, pero en realidad la manzanita se está pudriendo por dentro, mientras que por fuera brilla como ninguna otra cosa en el mundo. Falsedad. Seguimos? Ahí es cuando se termina el cuentito de hadas en el que te veías protagonista y comienzas a vivir, inconscientemente, la peor de tus pesadillas. Es posible que uno le ponga el mayor esfuerzo por volver, pero no, no, no, no se puede volver, y mucho menos cuando los recuerdos siguen golpeando tu puerta a cada rato, y vos les abres. Ahí es cuando la debilidad aparece, porque dejas que tu felicidad siga desapareciendo, y ni hablar de cómo está tu corazón! Pero peor es que sabes que puedes salir de ese pozo, y no quieres hacerlo por tu miedo a estar solo, al qué dirán, al extrañar, al olvido. Ahí es cuando uno se descuida a sí mismo, se rebaja (suena?), pierde su dignidad y empieza a conformarse con poco, empieza a enfermarse mentalmente por cosas que tienen remedio, pero la venda es mas grande que ya no sólo tapa los ojos, sino toda la cara y ya ni si quiera puedes hablar. Qué fea sensación! (me imagino)... Ahora ven cuánto mal nos hacemos si nos descuidamos y no nos queremos nosotros mismos. Pero lo bueno es que uno no está tan solo como piensa, siempre están esos amigos a los que quizás no ves hace mucho por pasar tanto tiempo con esa persona mala; siempre está esa familia que te vio reír y llorar tantas veces, pero no los veías porque estabas ciego. No veías todo lo bueno que tenías y te resignabas a mirar sólo lo malo, y además te conformabas! Lo mejor es sacarte la venda y abrir bien los ojos, con ayuda de esas personitas que injutasmente desvalorizamos. Es un camino tan difícil y lleva tiempo, pero es tan lindo y satisfactorio dar el primer paso, como cuando sientes que otro te quiere, pero esta vez es mejor, porque te estás empezando a querer vos. Sí! Me estoy empezando a querer yo. Marisol.-

sábado, 2 de febrero de 2013

Doubt

Dudar, vacilar entre dos o más opciones. No estar seguro de nada, de nada. La duda genera confusión, perturbación, miedo. Miedo a arriesgar, a elegir, a las consecuencias de nuestros actos. Pero, si no se sabe qué hacer, cómo se puede tener miedo? "No tiene sentido", podrían decir. Y es exactamente esa cuestión la que muchas veces me quita el sueño. Como cuando estás pasando por la pubertad, que dudas absolutamente de todo, "Que no sabes nada", así. O la pubertad llegó tarde, o yo estoy loca, pero no miento cuando digo que, últimamente, no sé nada. Las personas de mi edad suelen tener planes futuros para sus vidas, los cuales suelen basarse en la idea de estar recibidos, encontrar al amor de su vida, casarse, tener hijos y morir felices. Yo no sé, no sé nada. Hace un par de años me veía con facilidad en un futuro viviendo así, y sin embargo hoy por hoy no tengo idea de donde estoy parada, o de qué quiero para mi vida y para mi futuro. "Tienes que aprender a elegir", me dijo la mujer mas hermosa del mundo, pero sigo sosteniendo que siempre fui mala al elegir, y no creo cambiar a esta altura del partido. Tengo miedo a tomar decisiones equivocadas, y en la locura del último momento elijo cualquier cosa y (oh, casualidad!), justo esa era la que no tenía que tomar. Soy un desastre, un hermoso desastre, invisible a la mayoría de los ojos. "Tienes que bajar un cambio, darle tiempo a las cosas", me volvió a decir, y otra vez hago mal. No se puede estar sin hacer nada esperando que el tiempo nos traiga las cosas. No, no. Pero me apuro, y es posible que si hago AHORA todo lo que quiero hacer, en diez años ya no tenga nada para hacer, y ahí sí tendría que sentarme a esperar a que el tiempo me traiga la muerte. (Dramática?). O yo hago siempre mal las cosas, o a la gente no le viene bien nada de lo que yo hago. O soy yo el problema de todo, o la gente no encaja conmigo. Modelos: te sirven para ayudarte a "ir por el camino correcto" o para forzarte a vivir de determinada manera? No sé (novedad), pero los odio. Odio todo lo que me obligue a actuar de cierta forma. La gente que sigue modelos no es feliz, o al menos así lo veo yo. Y ahí encuentro la primera conexión entre lo primero y lo segundo: las personas a mi edad suelen verse en un futuro con una familia y recibidos, porque siguen ESE modelo de vida, o lo van a seguir, mejor dicho. Yo, en cambio, no sé a cuál modelo adecuarme, no me conformo con ninguno, todos tienen sus defectos. Ninguno es del todo "correcto" para mi punto de vista, y cuando no sabes qué modelo quieres seguir, es ahí cuando empiezas a hacer lo que a vos te hace feliz, pero si no sigues ningún de los socialmente aceptados, empiezan a criticarte. Las criticas, otro gran problema. Siempre fui de las que critican por gusto, ahora estoy empezando a ser crítica, que es algo totalmente distinto, y empecé justamente por eso, porque me cansé de que la gente critique todo lo que sea diferente a lo que ellos conocen. Estoy harta de los que juzgan sin saber. Pero a la vez no me gusta ser criticada, y ahí está la segunda conexión: no sé qué hacer, porque no quiero tomar la decisión incorrecta y que todos me critiquen. Vale aclarar que cuando hablo de que no me gusta que me critiquen no hablo de "todo el mundo", sino de las personas de las cuales me puede llegar a importar su opinión. O el mundo es muy complicado, o yo soy más complicada de lo que pensaba. "Como tu amiga, no puedo dejar que te sigas ahogando en un vaso de agua", me dijo una flaca que, ademas de hermosa, es inteligente y a veces siento que tiene razón. "Vos deberías callarte un poco y empezar a escuchar más", con esa frase me terminó de matar mi progenitora, y digo esto porque con esa frase me callé, y le hice caso. Y lo mejor de todo, es que cuando me callé, me sentí mejor. "Es mejor mirar y quedarse callado, a que hablar y que no te escuchen, o algo peor, que no le den la importancia que tus palabras se merecen". Con esa frase cierro YO. No queda otra que seguir, como se pueda, aguantar en algunos casos, callarme en otros, dejar ir de vez en cuando, y sobre todo, sentir a cada minuto. No me quedé con ninguna conclusión, porque todavía no la sé, pero lo que sí sé es que no puedo seguir escondida abajo de una planta, cuando hay un hermoso sol que me quiere hacer brillar. (Gracias a mi mamá y a mis amigas por no dejarme sola NUNCA)