sábado, 31 de mayo de 2014

Exprimido a mano

"De la tierra venimos y a la tierra nos vamos", la frase con la que justifica su tendencia a pasar el tiempo tirada en el piso.
Estudia en el piso, lee en el piso, come en el piso, duerme en el piso. Todo por propia decisión. (Tiene una cama enorme).
Una siesta de sábado se sentó a contemplar el sol, acompañada de una bolsa de naranjas. Comió dos, separó seis.
Decidió preparar jugo. Jugo de naranja exprimido. Sacó un vaso de la alacena, un cuchillo y empezó. Golpeando las naranjas contra el piso para ablandarlas. Golpe, golpe, rebote, rebote. Las naranjas rebotaban en el piso y quedaban en el aire, y así.
El vaso iba mas de la mitad. Su optimismo le hacía ver un vaso medio lleno. Agarró la quinta y viendo que llegaba al fin, golpeó la naranja con mayor fuerza contra el piso. Rebotó. Rebotó sobre el vaso medio lleno dejandolo vacío, o casi vacío. Jugo de naranja por todo el piso. Cara de desilusión.
Desesperación! El jugo no puede perderse: "Del piso venimos y del piso nos alimentamos", dijo y se puso a tomar el jugo del piso.
No pudo concluir, desde adentro de la casa la madre le gritaba con enojo "Sucia!", pero todavía le quedaba un consuelo: la sexta en la bolsa. La golpeó contra el piso, la vio rebotar, la cortó al medio y a la boca directo. El mejor jugo de naranja exprimido a mano, tomado a mano.

Marisol

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