Me mira y me dice que no hace frío, que deje de llorar. Que he aguantado temperaturas más bajas ( juntos ) y esta vez ni se compara.
No dejo de llorar un carajo. Me hace frío y no me importa lo que un tonto gorro rosa me venga a decir, como si fuera que los gorros hablan y que los corazones olvidan.
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