sábado, 2 de febrero de 2013
Doubt
Dudar, vacilar entre dos o más opciones. No estar seguro de nada, de nada.
La duda genera confusión, perturbación, miedo. Miedo a arriesgar, a elegir, a las consecuencias de nuestros actos. Pero, si no se sabe qué hacer, cómo se puede tener miedo? "No tiene sentido", podrían decir. Y es exactamente esa cuestión la que muchas veces me quita el sueño.
Como cuando estás pasando por la pubertad, que dudas absolutamente de todo, "Que no sabes nada", así. O la pubertad llegó tarde, o yo estoy loca, pero no miento cuando digo que, últimamente, no sé nada.
Las personas de mi edad suelen tener planes futuros para sus vidas, los cuales suelen basarse en la idea de estar recibidos, encontrar al amor de su vida, casarse, tener hijos y morir felices. Yo no sé, no sé nada. Hace un par de años me veía con facilidad en un futuro viviendo así, y sin embargo hoy por hoy no tengo idea de donde estoy parada, o de qué quiero para mi vida y para mi futuro.
"Tienes que aprender a elegir", me dijo la mujer mas hermosa del mundo, pero sigo sosteniendo que siempre fui mala al elegir, y no creo cambiar a esta altura del partido. Tengo miedo a tomar decisiones equivocadas, y en la locura del último momento elijo cualquier cosa y (oh, casualidad!), justo esa era la que no tenía que tomar. Soy un desastre, un hermoso desastre, invisible a la mayoría de los ojos.
"Tienes que bajar un cambio, darle tiempo a las cosas", me volvió a decir, y otra vez hago mal. No se puede estar sin hacer nada esperando que el tiempo nos traiga las cosas. No, no. Pero me apuro, y es posible que si hago AHORA todo lo que quiero hacer, en diez años ya no tenga nada para hacer, y ahí sí tendría que sentarme a esperar a que el tiempo me traiga la muerte. (Dramática?).
O yo hago siempre mal las cosas, o a la gente no le viene bien nada de lo que yo hago.
O soy yo el problema de todo, o la gente no encaja conmigo.
Modelos: te sirven para ayudarte a "ir por el camino correcto" o para forzarte a vivir de determinada manera? No sé (novedad), pero los odio. Odio todo lo que me obligue a actuar de cierta forma. La gente que sigue modelos no es feliz, o al menos así lo veo yo. Y ahí encuentro la primera conexión entre lo primero y lo segundo: las personas a mi edad suelen verse en un futuro con una familia y recibidos, porque siguen ESE modelo de vida, o lo van a seguir, mejor dicho. Yo, en cambio, no sé a cuál modelo adecuarme, no me conformo con ninguno, todos tienen sus defectos. Ninguno es del todo "correcto" para mi punto de vista, y cuando no sabes qué modelo quieres seguir, es ahí cuando empiezas a hacer lo que a vos te hace feliz, pero si no sigues ningún de los socialmente aceptados, empiezan a criticarte. Las criticas, otro gran problema. Siempre fui de las que critican por gusto, ahora estoy empezando a ser crítica, que es algo totalmente distinto, y empecé justamente por eso, porque me cansé de que la gente critique todo lo que sea diferente a lo que ellos conocen. Estoy harta de los que juzgan sin saber. Pero a la vez no me gusta ser criticada, y ahí está la segunda conexión: no sé qué hacer, porque no quiero tomar la decisión incorrecta y que todos me critiquen. Vale aclarar que cuando hablo de que no me gusta que me critiquen no hablo de "todo el mundo", sino de las personas de las cuales me puede llegar a importar su opinión.
O el mundo es muy complicado, o yo soy más complicada de lo que pensaba.
"Como tu amiga, no puedo dejar que te sigas ahogando en un vaso de agua", me dijo una flaca que, ademas de hermosa, es inteligente y a veces siento que tiene razón.
"Vos deberías callarte un poco y empezar a escuchar más", con esa frase me terminó de matar mi progenitora, y digo esto porque con esa frase me callé, y le hice caso. Y lo mejor de todo, es que cuando me callé, me sentí mejor.
"Es mejor mirar y quedarse callado, a que hablar y que no te escuchen, o algo peor, que no le den la importancia que tus palabras se merecen". Con esa frase cierro YO.
No queda otra que seguir, como se pueda, aguantar en algunos casos, callarme en otros, dejar ir de vez en cuando, y sobre todo, sentir a cada minuto.
No me quedé con ninguna conclusión, porque todavía no la sé, pero lo que sí sé es que no puedo seguir escondida abajo de una planta, cuando hay un hermoso sol que me quiere hacer brillar.
(Gracias a mi mamá y a mis amigas por no dejarme sola NUNCA)
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